Un hombre que lo tiene todo, una mujer que se sabe capaz de todo corren contra el viento.¿Qué es eso a lo que se enfrentan?Un viento quiere arrasarlos, impedirles avanzar hacia lo que buscan: el pasado los desafía, un misterio de ese pasado que se extiende sobre ellosy sobre el mundo.
La sombra del nazismo se proyecta todavía. Un régimen que se creía tan eficaz que iba a instaurar un imperio de mil años, un régimen que se consideraba predestinado a ese éxito como una condena para el resto de los humanos, salvo ellos mismos, no iba a desaparecer con el fin de la guerra: iba a replegarse, a cambiar, a mutar de forma y buscar un lugar desde donde operar en las sombras. Muchos países albergaron científicos nazis, aunque la Argentina de Perón fue especialmente receptiva con ellos. Incluso, con el propio Hitler, que buscaba un refugio donde organizar su sucesión.
Julia Dureé es una de las agentes más destacadas de Interpol. Hace años investiga los movimientos de una empresa farmacéutica que se cree que pertenece a un jerarca nazi camuflado con otra identidad. Cuando la empresa se vende sin previo aviso al magnate Ciro Aguilar, asiduo colaborador del Centro Simón Wiesenthal, la trama se anuda y se desata a la vez. Julia y Ciro corren contra el viento: una empresa que explota secretos biológicos obtenidos en campos de concentración, una red de fanáticos, la huida en submarino de Hitler y sus lazos con el primer peronismo, los terremotos de las finanzas internacionales. Corren, avanzan, retroceden en una novela en que María Correa Luna vuelve al misterio y al suspenso; una historia que se muestra como un laberinto que atrapa a los personajes, los confunde, los envuelve en un halo de intriga, desengaño y atracción.